Plaza de Guipúzcoa (Plazas en San Sebastián / Donosti)
En el corazón de San Sebastián se encuentra uno de los espacios más encantadores y románticos de Euskadi, la plaza de Guipúzcoa. Alrededor de 150 años de historia reposan sobre este paraíso natural, en cuyo estilo reconocemos al mismísimo Pierre Ducasse. Un templete meteorológico, un estanque con patos y cisnes, un reloj de sol y la más salvaje y hermosa naturaleza son algunas de las señas de identidad que hacen de esta plaza una visita obligada.
No deja de sorprender el hecho de que el parque fuera en origen un bosque, un espacio completamente silvestre bañado por una variada masa arbórea, así como por las más diversas plantar y flores; ya entonces albergaba en su seno un estanque y una cascada. No sería sino a finales del siglo XIX cuando un importante jardinero francés doblegaría este entorno hasta convertirlo en uno de los más bellos paisajes románticos de la época. Pierre Ducasse proyectaría un trazado cautivador donde las líneas sinuosas y elocuentes son las grandes protagonistas, con senderos y jardines de gran atractivo y personalidad que armonizan admirablemente con el medio natural.
En la parte meridional descubrimos uno de los grandes alicientes del parque. El estanque, de cristalinas aguas, es el hogar donde numerosos patos y cisnes nadan a sus anchas, sorteando los nenúfares de la superficie y enriqueciendo la magia del lugar. No hay mayor deleite para el visitante que cruzar el estanque a través de un puente de madera y hierro forjado, de vetusta y romántica línea. Más allá, una sonora cascada aporta la pincelada final a un escenario de ensueño.
Otro de los secretos del parque es la estación meteorológica, ubicada en el interior de un templete. Este conjunto marmóreo constituye una verdadera reliquia, de estilo rococó, que llama la atención por la riqueza y elegancia de sus formas. Una maravilla de más de 130 años de antigüedad que no se limita a embellecer el paisaje sino que goza de una completa funcionalidad. También el monumento a José María Usandizaga, obra del escultor Josep Llimona, constituye una importante seña de identidad.
Durante todo el año, el parque se convierte en la sede de multitud de eventos y actividades, como las ferias del libro en los meses de verano, o el belén en navidad. Este último goza de gran popularidad; multitud de figuritas de hasta 120 cm de altura conviven entonces con la naturaleza, dando como resultado escenas verdaderamente encantadoras.
Hacia 1987 los avatares del tiempo forzaron la restauración del parque, con la delimitación de los pavimentos y las zonas de césped, entre otras actividades de conservación que han hecho florecer toda la belleza del trazado original. Tanto es así que hoy la plaza de Guipúzcoa ofrece un aspecto insuperable que no te puedes perder.
Fotos relacionadas con Plaza de GuipúzcoaNo deja de sorprender el hecho de que el parque fuera en origen un bosque, un espacio completamente silvestre bañado por una variada masa arbórea, así como por las más diversas plantar y flores; ya entonces albergaba en su seno un estanque y una cascada. No sería sino a finales del siglo XIX cuando un importante jardinero francés doblegaría este entorno hasta convertirlo en uno de los más bellos paisajes románticos de la época. Pierre Ducasse proyectaría un trazado cautivador donde las líneas sinuosas y elocuentes son las grandes protagonistas, con senderos y jardines de gran atractivo y personalidad que armonizan admirablemente con el medio natural.
En la parte meridional descubrimos uno de los grandes alicientes del parque. El estanque, de cristalinas aguas, es el hogar donde numerosos patos y cisnes nadan a sus anchas, sorteando los nenúfares de la superficie y enriqueciendo la magia del lugar. No hay mayor deleite para el visitante que cruzar el estanque a través de un puente de madera y hierro forjado, de vetusta y romántica línea. Más allá, una sonora cascada aporta la pincelada final a un escenario de ensueño.
Otro de los secretos del parque es la estación meteorológica, ubicada en el interior de un templete. Este conjunto marmóreo constituye una verdadera reliquia, de estilo rococó, que llama la atención por la riqueza y elegancia de sus formas. Una maravilla de más de 130 años de antigüedad que no se limita a embellecer el paisaje sino que goza de una completa funcionalidad. También el monumento a José María Usandizaga, obra del escultor Josep Llimona, constituye una importante seña de identidad.
Durante todo el año, el parque se convierte en la sede de multitud de eventos y actividades, como las ferias del libro en los meses de verano, o el belén en navidad. Este último goza de gran popularidad; multitud de figuritas de hasta 120 cm de altura conviven entonces con la naturaleza, dando como resultado escenas verdaderamente encantadoras.
Hacia 1987 los avatares del tiempo forzaron la restauración del parque, con la delimitación de los pavimentos y las zonas de césped, entre otras actividades de conservación que han hecho florecer toda la belleza del trazado original. Tanto es así que hoy la plaza de Guipúzcoa ofrece un aspecto insuperable que no te puedes perder.
Estatua plaza Guipúzcoa
de SanSebastianDonosti.com
Estación meteorológica
de SanSebastianDonosti.com
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