Koldo Mitxelena Kulturunea (Architecture in San Sebastián / Donosti)
Koldo Mitxelena Kulturunea, en pleno centro de Donostia, es un extraordinario complejo cultural con espacios expositivos destinados al arte vasco e internacional, una increíble biblioteca con más de 145 mil volúmenes de diversas y antiguas colecciones, y un salón de actos donde cada día se efectúan conferencias y presentaciones de libros, amén de otras muchas secciones que hacen de este edificio un auténtico santuario del conocimiento. No deja de sorprender el fuerte compromiso que la Diputación Foral de Guipúzcoa mantiene no solo con la restauración y difusión del patrimonio vasco sino con el euskera, siendo en esta lengua el 50% de la oferta cultural.
Inaugurado en noviembre de 1993, este corazón cultural debe su nombre a Koldo Mitxelena, destacado lingüista, acérrimo defensor del legado artístico de Guipúzcoa y una de las máximas autoridades en el estudio y unificación de la lengua vasca. El edificio que acogiera la Escuela de Ingenieros constituye hoy la sede de la Biblioteca de la Diputación Foral, una de las más emblemáticas de la provincia. Orientada a las humanidades y el patrimonio de Euskadi, esta biblioteca encuentra su origen a principios del siglo XX, en una colección de libros formada por los fondos del escribano Aizkibel, el jesuita Francisco Apalategui o el ministro Allendesalazar, entre otros. Asimismo un buen número de fondos proceden de donaciones desinteresadas, como los fondos de Artola o Arocena.
Hacia 1939 pasó a convertirse en biblioteca pública en el palacio de la Diputación Foral. A finales de siglo sería trasladada a su actual ubicación, la Calle Urdaneta, en las inmediaciones de la Catedral del Buen Pastor.
Koldo Mitxelena Kulturunea dispone de hemeroteca, infoteca, acceso a internet y un fondo documental con mas de 200 mil documentos que abarcan una variada temática. No solo cuenta con varias salas dedicadas al estudio y la lectura, sino que además atesora otras tantas para visionar películas o escuchar música. En la planta alta, el visitante descubre uno de los secretos del lugar: centenares de libros antiquísimos, verdaderas reliquias del papel, descansan bajo llave; aunque su préstamo no está disponible, cualquiera puede acceder a su estudio y descubrir los saberes del pasado.
En los últimos años, la digitalización de los documentos ha permitido llegar a un mayor número de usuarios e impulsar la colaboración con otros centros divulgativos. Pero la biblioteca no es la única protagonista, sino que las artes plásticas también encuentran su lugar.
Erakustaretoa y Ganbara constituyen las principales salas de exposición. Destinada a mostrar las más novedosas tendencias del arte contemporáneo, Erakustaretoa acoge toda clase de invitaciones de artistas internacionales y diversas colecciones, tanto privadas como públicas. Ganbara, por su parte, constituye un espacio multiuso centrado en temas de interés y actualidad, haciendo especial hincapié en la literatura y los artistas guipuzcoanos más desconocidos. Koldo Mitxelena Kulturunea fomenta a su vez el desarrollo de otros programas, como la Dantzagunea, además de acoger las oficinas de la Dirección General de Promoción y Difusión Cultural.
Recientemente Koldo Mitxelena Kulturunea conmemoró su 20 aniversario con la inauguración de La biblioteca y el saber. Archivos, mutaciones, configuraciones, en una muestra colectiva que busca reflexionar sobre el rol de la biblioteca y el poder de la palabra, el concepto de archivo o la paulatina incorporación de las nuevas tecnologías.
Inaugurado en noviembre de 1993, este corazón cultural debe su nombre a Koldo Mitxelena, destacado lingüista, acérrimo defensor del legado artístico de Guipúzcoa y una de las máximas autoridades en el estudio y unificación de la lengua vasca. El edificio que acogiera la Escuela de Ingenieros constituye hoy la sede de la Biblioteca de la Diputación Foral, una de las más emblemáticas de la provincia. Orientada a las humanidades y el patrimonio de Euskadi, esta biblioteca encuentra su origen a principios del siglo XX, en una colección de libros formada por los fondos del escribano Aizkibel, el jesuita Francisco Apalategui o el ministro Allendesalazar, entre otros. Asimismo un buen número de fondos proceden de donaciones desinteresadas, como los fondos de Artola o Arocena.
Hacia 1939 pasó a convertirse en biblioteca pública en el palacio de la Diputación Foral. A finales de siglo sería trasladada a su actual ubicación, la Calle Urdaneta, en las inmediaciones de la Catedral del Buen Pastor.
Koldo Mitxelena Kulturunea dispone de hemeroteca, infoteca, acceso a internet y un fondo documental con mas de 200 mil documentos que abarcan una variada temática. No solo cuenta con varias salas dedicadas al estudio y la lectura, sino que además atesora otras tantas para visionar películas o escuchar música. En la planta alta, el visitante descubre uno de los secretos del lugar: centenares de libros antiquísimos, verdaderas reliquias del papel, descansan bajo llave; aunque su préstamo no está disponible, cualquiera puede acceder a su estudio y descubrir los saberes del pasado.
En los últimos años, la digitalización de los documentos ha permitido llegar a un mayor número de usuarios e impulsar la colaboración con otros centros divulgativos. Pero la biblioteca no es la única protagonista, sino que las artes plásticas también encuentran su lugar.
Erakustaretoa y Ganbara constituyen las principales salas de exposición. Destinada a mostrar las más novedosas tendencias del arte contemporáneo, Erakustaretoa acoge toda clase de invitaciones de artistas internacionales y diversas colecciones, tanto privadas como públicas. Ganbara, por su parte, constituye un espacio multiuso centrado en temas de interés y actualidad, haciendo especial hincapié en la literatura y los artistas guipuzcoanos más desconocidos. Koldo Mitxelena Kulturunea fomenta a su vez el desarrollo de otros programas, como la Dantzagunea, además de acoger las oficinas de la Dirección General de Promoción y Difusión Cultural.
Recientemente Koldo Mitxelena Kulturunea conmemoró su 20 aniversario con la inauguración de La biblioteca y el saber. Archivos, mutaciones, configuraciones, en una muestra colectiva que busca reflexionar sobre el rol de la biblioteca y el poder de la palabra, el concepto de archivo o la paulatina incorporación de las nuevas tecnologías.
Publicidad
Publicidad
